El Castillo de Sant Ferran fue construido en el siglo XVII y se convirtió en una de las fortalezas militares más grandes de Europa. Desde entonces ha sido testigo de muchos de los acontecimientos históricos más importantes de los últimos tres siglos vividos por estos lares. En 1927, Salvador Dalí volvió a Figueres y fue destinado al Castillo para cumplir con el servicio militar, una obligación a la que él y Lorca se referían con el nombre inventado “Talión”. Este hecho propició que Federico García Lorca se desplazase hasta la ciudad donde se instaló durante unas semanas, para así poder preparar con su amigo los decorados para el estreno en Barcelona de Mariana Pineda, que tendría lugar en el Teatro Goya el 24 de junio, con el papel principal interpretado por Margarida Xirgu. La respuesta de público y crítica fue discreta, pero eso no tuvo mucha importancia: la historia demostraría que aquella noche no había nacido una estrella, sino una verdadera constelación.
En primer lugar, leeremos el fragmento de una carta de García Lorca a su familia, escrita desde Madrid i fechada a inicios de abril de 1927:
Además, pasaré unos doce días en la casa de Dalí de Figueras invitado y por tanto sin costarme un céntimo mientras este hace las decoraciones [de Mariana Pineda]
Postal de García Lorca dirigida a Jorge Guillén, escrita desde Figueres y fechada el 14 de mayo de 1927:
Querido Jorge: Estoy con Dalí, que ha pintado ya las decoraciones de Mariana Pineda. Son maravillosas. Ahora hace los trajes.
Y el fragmento de una tarja postal de García Lorca dirigida a Pepín Bello, escrita desde Figueres y fechada también el 14 de mayo de 1927:
Dalí está haciendo el Talión y es una cosa estupenda cuando sale corriendo de su casa porque tocan la trompeta, Es ya el colmo.