El actual Teatre-Museu Dalí era, a inicios del siglo XX, el Teatre Principal, construido por el arquitecto Roca i Bros e inaugurado el año 1850; centro de la vida cultural figuerense, acogía acontecimientos culturales de la más diversa condición y, de manera harto significativa, fue en su vestíbulo donde Salvador Dalí llevó a cabo su primera exposición de pintura. Destruido al acabar la Guerra Civil, fue restaurado para convertirse, en 1974, en una de las grandes obras del genio ampurdanés y, en la actualidad, en uno delos museos más visitados de Europa.
Durante los años veinte, Dalí pintó diversas obras donde tomaba como modelo a su amigo Federico, de la misma manera que el poeta granadino escribía emocionados versos dedicados a su amigo del alma, tal y como puede verse en este fragmento.
¡Oh, Salvador Dalí de voz aceitunada!
Digo lo que me dicen tu persona y tus cuadros.
No alabo tu imperfecto pincel adolescente,
pero canto la firme dirección de tus flechas.
Canto tu bello esfuerzo de luces catalanas,
tu amor a lo que tiene explicación posible.
Canto tu corazón astronómico y tierno,
de baraja francesa y sin ninguna herida.
Canto el ansia de estatua que persigues sin tregua,
el miedo a la emoción que te aguarda en la calle.
Canto la sirenita de la mar que te canta
montada en bicicleta de corales y conchas.
Pero ante todo canto un común pensamiento
que nos une en las horas oscuras y doradas.
No es el Arte la luz que nos ciega los ojos.
Es primero el amor, la amistad o la esgrima.