Alrededor de la Rambla de Figueres existían, y siguen existiendo, diversas fondas, hoteles y restaurantes que no solo hospedaban a los viajeros sino que se convertían en espacio de encuentro y tertulia para los figuerenses; en ellos también eran frecuentes los banquetes donde se agasajaba a las personalidades llegadas a la ciudad. En 1925, en una antigua fonda transformada en el prestigioso Hotel Comercio, ubicado en la parte alta de la Rambla –actualmente sus bajos están ocupados por la cafetería Astoria–, se organizó una cena de homenaje a García Lorca; fue una jornada inolvidable donde el poeta granadino, en aquellos años una joven promesa de la literatura, leyó sus versos y fascinó a todos los asistentes El año 1936, poco después de su asesinato, Puig Pujades recordaba emocionado el acto en las páginas de Empordà Federal.
Aquella noche inolvidable sentimos bien cerca de nosotros al Poeta, al verdadero condensador de la poesía andaluza… García Lorca, pródigo y generoso, fue desgranando una sarta de perlas… de poesías maravillosas, que llenaban la media luz de estrellas y de azules infinitos, toda aquella hermosura […] Los que oímos el tintineo de su voz desgranando las poesías de su Romancero Gitano en aquella noche veraniega figuerense, no podremos olvidar al gran poeta granadino, mártir de la libertad.